Va de… ¡No sé! ¡No puedo!
De lo que digo y pienso que hago… a lo que en realidad hago. De lo que decimos hacer en equipo… y hacemos. De hacer sin pensar… a pensar el quehacer.
Cuando los niños y niñas viven constantemente ante el saberse no capaces en el mundo que los rodea, aprenden a desconfiar de sus posibilidades, a depender del adulto que los acompaña y a vivir con inseguridad y miedo cualquier nuevo aprendizaje o reto en la vida. Pensemos en sus posibles de hoy y no en las que deberán llegar en el futuro.
Sandra Mediavilla Rodríguez
CEIP Gerardo Diego. Los Corrales de Buelna (…
