Cuando reparamos en los desafíos que las profesoras y los profesores encaramos a diario, la lista es poco menos que interminable: las ratios excesivas, la sobrecarga burocrática, la motivación del alumnado, la atención a la diversidad, el dominio de la metodología, la inadaptación de materiales didácticos… A todos ellos se suma un reto de extraordinario calado: la implementación de un nuevo currículo, que fue publicado con tan poca antelación con respecto al inicio del curso que el imprescindible análisis y la necesaria reflexión quedan inevitablemente mermados.
En el número de mayo ya h…