DÍEZ NAVARRO, C. (1999) Madrid. Rosa Sensat/Ediciones de la Torre
Cada vez que leo un libro de Carmen Díez revivo la placentera sensación de abrir una ventana por la que penetra una brisa de aire fresco.
En esta ocasión, la lectura evocó en mí aquellos años en los que los diarios de Antón Makarenko invitaban a pensar en una escuela diferente, innovadora pero posible, en un maestro preocupado por ayudar a sus alumnos a aprender y a hallar vías para descubrir e interpretar el mundo, el mundo exterior y la propia realidad interna. Por eso, en homenaje a ese estilo de ser maestro, pondr…