Creo que el primer paso debe consistir en educar a los profesores de música. El problema es que no existen profesores que sepan enseñar la música a los niños. En la escuela los niños aprenden a dibujar, a contar, a leer, pero nadie les enseña a componer, a expresar su mundo interior a través de los sonidos.
Las palabras de Hans Werner nos conducen a reflexionar sobre la dificultad que supone para niños y niñas lograr cualquier cuota de creatividad musical, si atendemos a un currículo que en numerosas ocasiones está privado de propuestas que ayuden o inviten al alumnado a improvisa…