El mal llamado debate sobre la presencia de las humanidades en la ESO -mal llamado porque no se ha referido a las “humanidades”, sino a una concepción de la historia; y porque no ha sido un debate, sino un ataque en toda regla-, se ha saldado, por el momento, con una aparente derrota de la ministra de educación. La señora Aguirre está intentando modificar algo que en su momento fue aprobado por dicho parlamento -con la excepción del Partido Popular- y que no ha sido todavía implantado con carácter general. Ha conseguido, además, que intelectuales de todos los ámbitos -historiadores…