En líneas generales, el concepto de buenas prácticas educativas hace referencia a las intervenciones que consiguen resultados positivos y que contribuyen a mejorar con su implementación determinados aspectos educativos en un contexto concreto. Estas prácticas tratan de lograr que los objetivos previstos en materia organizativa, curricular, de enseñanza-aprendizaje o de relación con las familias y la comunidad se alcancen de manera efectiva. Por esta razón, serían aconsejables su adopción o generalización, con los consiguientes matices, en contextos educativos de características s…
Contenido solo disponible para suscriptores
Accede a este artículo individual por solo
59.31$ IVA incluido
Descubre todo nuestro contenido sin límites
¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión